¿Qué significa derivar en una época como ésta, en una ciudad como ésta? ¿Qué parte de lo que se planea queda fuera, cuando el azar interviene? ¿Qué hay del ritmo, del ruido, de las voces que se suman, de los otros caminantes?
El pasado 1 de agosto nos propusimos echar a andar. Así: andar una ruta específica, llamar a quien quisiera unirse y charlar de ciertos temas que, con la mira en el mapa de nuestro laboratorio y en el mapa de la ciudad, creíamos que podían cobrar otros sentidos: sentidos a pie. Nuestro invitado fue Román Luján, poeta, crítico y traductor nacido en Coahuila, México, y desde hace diez años residente en Los Ángeles, California.
Comenzamos en la Ciudad de los libros, un lugar cuya arquitectura y función sugería comenzar con temas como las bibliotecas, los materiales, el coleccionismo y el ordenamiento. También, por supuesto, el #bibliotuit. Preguntas que nos hicimos, que nos hacemos: ¿sigue siendo la biblioteca un lugar consagrado al conocimiento y al almacenamiento de información? El discurso de las bibliotecas parece residual en tanto que ha dejado de cumplir una función de consulta obligada ante el desarrollo de las tecnologías digitales. Si han perdido vigencia como lo que eran, ¿a qué proyecto se apuesta aquí? ¿Por qué es ésta una época en la que el gobierno invierte en proyectos como el de la Ciudad de Los Libros, preocupándose por adquirir y resguardar acervos provenientes de colecciones privadas de intelectuales destacados? ¿Qué papel tienen ahora como espacios simbólicos y qué valor y función cumplen?
Más allá de la enorme inversión en la adquisición de estos volúmenes, interesa también como proyecto arquitectónico. ¿Qué factores se toman en cuenta para la construcción de estos espacios en tanto re-construcción de una personalidad? ¿Qué dice cada biblioteca de su antiguo dueño y en qué medida esto se vuelve una consideración importante para la construcción de una historia literaria nacional? Y para los bibliotecarios: ¿qué reto representa el “ordenar” estas bibliotecas?, ¿qué criterios se toman en cuenta si para cada coleccionista, con una personalidad, criterio, intereses distintos, la organización es personal? Para el lector, ¿dialoga, al buscar, con los antiguos poseedores de las bibliotecas? Ejemplos: el afán compilatorio de José Luis Martínez con sus colecciones de revistas únicas y colecciones editoriales, más completas que en cualquier biblioteca de consulta, requiere de una sistematización distinta que el interés misceláneo de un Carlos Monsiváis cuya biblioteca en su estado original —en apariencia más caótica— operaba de acuerdo con criterios de memoria y de afinidades temáticas que no son reproducibles cuando los libros se organizan en estantes. El lector del primero se encontrará ante genealogías editoriales; el del segundo, ante provocaciones disciplinares.
La Ciudad de los libros, aun para los intelectuales, sigue pareciendo el «secreto mejor guardado”, hasta para los estudiosos de las letras mexicanas. ¿Son nuevos mausoleos, designados al culto de la personalidad? Fue notable que un buen número de los participantes en la caminata no conocía el lugar, pero también que se sintiera atraído y curioso ante la relación entre espacio físico, ejemplares y orden. ¿Influyen también las prácticas a las que el gobierno tiene acostumbrado al usuario? Como la Biblioteca Vasconcelos, la Ciudad de los Libros cerró sus puertas al público por varios meses, a las pocas semanas de haber sido inaugurada.
Sin duda las bibliotecas siguen siendo un proyecto muy valioso, y la Ciudad de los libros presenta espacios de consulta y de lectura excepcionales, pero su funcionalidad todavía no queda clara a un usuario o visitante. ¿Qué hace falta para activar estos espacios?
Audio: Sobre bibliotecas
Otra pregunta: ¿cómo contrastan estas prácticas en torno a la lectura y la consulta con las que surgen por necesidad, como en el caso de los #bibliotuits inaugurados por Luján? #Bibliotuit no es sólo una comunidad de usuarios que comparten libros y artículos en formatos electrónicos, sino también una red de conversaciones y saberes en circulación. Sin que medie una curaduría previa de contenidos, se podría ver a la comunidad bibliotuitera como una biblioteca fluída. Antes de salir hacia Av. Chapultepec, hablamos un poco de la historia de esta red.
Audio: Sobre el #bibliotuit
Antes de seguir el recorrido hacia la colonia Roma, hicimos una parada en la Arena México. Si los recorridos por la Ciudad de los libros nos permitieron hilar una conversación en afinidad con las bibliotecas personales como espacios de diálogo, caminar en dirección a la Arena México fue trazar un recorrido con base en la cercanía geográfica; discurrimos en el amplio sentido del término, de nuevo rumbo a la colonia Roma, por la calle de Puebla. Uno de los temas: el de la traducción. ¿Qué significa traducir desde y fuera de la academia? ¿Cuál es la situación de un autor frente a un texto a traducir?
Román Luján, sobre traducir. Parte I
Román Luján, sobre traducir. Parte II
Audio Sonidos de la ciudad. Cruce en Cuauhtémoc, hacia Puebla
La siguiente estación de nuestra caminata fue el Café Toscano, en la Plaza Río de Janeiro. Allí le preguntamos a Luján por su relación, como poeta y como crítico, con las poéticas contemporáneas estadunidenses. De los conceptualismos de Kenneth Goldsmith, Vanessa Place o Craig Dworkin a las poéticas digitales de Brian Kim Stefans, surgió la pregunta: ¿es posible trasladar movimientos estéticos cuya atención a la materialidad en buena medida está dada por sus condiciones de producción y reproducción a una literatura como la mexicana? Obras como la de Sara Uribe, Cristina Rivera Garza, Benjamín Moreno, Eugenio Tisselli y la del propio Luján son una muestra de ello, aunque cada obra dialoga de modo distinto con sus entorno y con los materiales, textos y medios que utiliza.
Audio: Sobre conceptualismo. Parte I
Audio: Sobre conceptualismo. Parte II
Las poéticas mexicanas se han transformado de manera considerable en los últimos años, los ejes principales de esta transformación están íntimamente realcionados. Por un lado, las polémicas en torno al apego a las tradiciones líricas más reconocibles, y por otro una economía de signos alternativa a la acumulación de éstas y el desbordamiento lingüístico de la poesía mexicana. Otro elemento es la presencia cada vez más notoria de Ulises Carrión, cuya lectura permite reflexionar sobre el estatuto de la literatura en relación con el arte y sus posibilidades desde una poética de la contención en diversos modos. El desplazamiento que Carrión realiza en su obra entre objetos y agentes productores y consumidores de cultura es un tema que genera no pocas dudas entre la comunidad escritora, especialmente si estos movimientos coinciden con los desplazamientos territoriales de sus miembros.
Audio: Sobre conceptualismo. Parte III
Audio: Sobre conceptualismo. Parte IV
Audio: Sobre conceptualismo. Parte V
Una conversación con amigos suele suceder de modo fragmentado, con la aleatoriedad de los gustos y las cosas que pasan y detonan los temas. Los coloquios académicos, en cambio, son un diálogo con tiempos definidos, mesas temáticas y sesiones de preguntas. Durante la caminata y la conversación con Román Luján derivamos por la ciudad y los temas que interesan al trabajo de lleom. En el cruce entre las prácticas académicas, la escritura tentativa y la conversación lúdica, la deriva no nos llevó a conclusiones sino a exploraciones que permanecen abiertas.
Echar a andar esta deriva nos permite también dialogar con prácticas de caminatas propuestas desde poéticas y programas anteriores (pensamos acá en la idea del recorrido de los situacionistas, por ejemplo), temporal y geográficamente. Aquí un .pdf descargable (¡#bibliotuit!) de la poeta e investigadora Belén Gache, sobre ciudades legibles. Y acá un comentario de Montserrat Palacios, artista visual y cantante mexicana, residente ahora en España, con la que lleom ha colaborado en fechas recientes, que nos compartió una anécdota, a propósito de caminar:
«En los años 90 en Barcelona, [Carles Hac-Mor y Ester Xargay] realizaron fantásticas revistas que ya son hitos: las organizaban con editoriales, y toda la estructura de una revista escrita, pero todo haciendo camino al andar. ¡Una maravilla! Yo he tenido la suerte de participar en algunas de ellas, cuando las hacían en el Festival de la Bouesía. Si bien, ya no se seguía la estructura formal de la revista, hacíamos grandes caminatas bordeando el río Ebro, y en cada rincón, o en cada calle, o en cada filón de río, nos íbamos animando los poetas o los cantores, a decir alguna obra original, o alguna ya escrita que se quisiera compartir. La maestría de Carles y Ester llenaban de ocurrencias y divertidos enlaces las participaciones de todos. Este año estuvimos con ellos, pero la revista se hizo en otro espacio y con otros poetas.»
Gracias a los caminantes invitados que, a pie o desde Twitter, nos acompañaron en esta deriva. El diálogo continúa.
(Da click aquí para ver más fotografías y otros documentos de la conversación en caminata con Román Luján).